La importancia de marcarse objetivos, tanto personales como profesionales, es un tema del que se ha escrito muchísimo.

Seguro que te suena el método SMART (si no es así, un poco más abajo te lo cuento con detalle). Sin objetivos no te centras en lo que es realmente importante y puede que se te vaya el tiempo en tareas improductivas que te alejan de conseguir los resultados que deseas.

Con este artículo, me he marcado un objetivo.

Quiero que reflexiones sobre este tema y motivarte para que tomes acción. Que justo cuando acabes de leer estas líneas, cojas una hoja en blanco y empieces a anotar tus próximos objetivos profesionales, a desgranarlos y a ponerles una fecha límite.

Pero vayamos por partes.

Si hay algo que nos motiva y nos empodera de una manera extraordinaria es tener objetivos, por los cuales merezca la pena despertarse cada mañana.

En lo que se refiere a tu negocio, ¿te has preguntado cuáles son tus objetivos?

La manera como defines tus objetivos es más importante de lo que te imaginas.

La diferencia entre conseguir lograr tus objetivos y quedarse a mitad del camino, está muchas veces relacionada con la manera como definimos nuestros objetivos.

¿Qué son los objetivos profesionales y por qué son importantes?

Un objetivo profesional es una meta a la que quieres llegar. Un reto por cumplir. Es la cumbre de la montaña que vas a escalar por etapas.

  • Facturar 5.000 euros en los próximos 3 meses
  • Duplicar la lista de suscriptores en 6 meses
  • Crear y lanzar al mercado un nuevo servicio antes del 30 de septiembre

Los objetivos son importantes porque van a determinar los proyectos y las tareas que deberás llevar a cabo para alcanzarlos.

Son la brújula que debe guiar tus acciones, tus decisiones y tus esfuerzos durante el periodo que corresponda.

Cómo marcarse objetivos para brillar como emprendedora de éxito

Desarrollar la habilidad para conseguir tus objetivos y diseñar un plan para alcanzarlos es la llave del éxito de tus proyectos profesionales.

Lo primero que debes tener claro es cuál es tu visión, tu propósito.

  • ¿Por qué haces lo que haces?
  • ¿A quién ayudas?

Tener identificado un “por qué” nos llena de fuerza para avanzar en el camino del emprendimiento.

Sé que tú no has iniciado tu propio negocio con el objetivo de “ganar dinero”.

Hay algo más.

Sientes que debes ofrecer tus servicios a personas que necesitan que las ayudes. Esta es la base de todo. Tu visión determinará los objetivos profesionales que te marques.

Después deberás planificar y priorizar.
De nada sirve apuntar 20 objetivos en un papel si no planificas los pasos que debes seguir después. En vez de 20, prioriza 3 de ellos y traza una ruta paso a paso para alcanzarlos.

Debes tener en cuenta el tamaño de los objetivos. Cuando defines objetivos demasiado grandes es fácil perder la motivación para lograrlos.

Para evitar que esto pase, te aconsejo que dividas tu objetivo en objetivos más pequeños (mini objetivos). Este pequeño “truco” te llevará a que no pierdas la motivación y el foco para lograr tu objetivo más ambicioso.

En segundo lugar, hay que formular los objetivos siempre en positivo. Por ejemplo, cuando decides montar un negocio, si te propones “no perder dinero con mi negocio”, estarás poniendo el foco en perder dinero y probablemente tu estado emocional estará conectado al estrés y ansiedad para no perder el dinero.

Cuando los objetivos son formulados en positivo “quiero vivir de mi negocio en menos de 1 año”, pones toda la atención y energía en lograr el objetivo, por lo que tu estado emocional será totalmente distinto.

Pon siempre tus objetivos por escrito y pasa a la acción

El hecho de escribir tus metas es una manera sencilla de evitar que te olvides de tus propósitos y al mismo tiempo, te ayudará a comprometerte contigo misma a lograr tus metas.

Es igualmente importante que los objetivos sean visibles para ti, de nada sirve que los escribas y los guardes en el cajón.

El más pequeño de los actos siempre es mejor que la más noble de las intenciones” dice Robin Sharma en su libro ¿Quién llorará cuando hayas muerto?

En efecto, pasa a la acción.

Es el único camino para lograr tus objetivos.

Una vez tengas tus objetivos anotados deberás planear las pequeñas tareas que vas a tener que realizar para conseguir tus propósitos.

En el ajetreo del día a día es fácil olvidarse de nuestros propósitos, por eso su visualización hará que no te pierdas y al mismo tiempo sigas conectada con tus metas.

Para que un objetivo sea tal, como te decía al principio, es muy recomendable que se ajuste al método SMART.

 

S de Específico

Cuanto más específicos y precisos sean tus objetivos, mejor será la formulación de tus metas.

Por ejemplo “Vivir de tu negocio”, es un objetivo poco especifico. Para ello deberás aportar otro tipo de detalles como son:

  • ¿Cuánto te gustaría facturar al mes?
  • ¿Cuántas horas te gustaría trabajar?
  • ¿Cuántos clientes te gustaría conseguir al mes.

Tu cerebro debe entender sin cualquier tipo de equivoco qué es lo que quieres lograr.  

 

M de Medible

Es importante que todos tus objetivos se puedan cuantificar. El hecho de poder medir tus metas te permitirá analizar si vas por el camino correcto o si hace falta hacer ajustes para llegar a tu destino.

Un ejemplo de un objetivo fácilmente cuantificable sería:

  • Quiero facturar 3.000 euros mensuales
  • Quiero conseguir 5 clientes nuevos al mes

Como dice Peter Drucker, “lo que se mide, mejora”.

 

A de Alcanzable

Antes de lanzarte a por tu objetivo deberás demostrarte que lo que te has propuesto es perfectamente alcanzable.

Puedes proponer una determinada meta, pero si realmente crees que no podrás alcanzarla, acabarás generando un estado emocional que te llevará a no conseguir tus objetivos.

Por ejemplo, tienes como objetivo conseguir un cliente muy importante para tu negocio, que haría incrementar tu facturación en 150%. Sin embargo, crees que es muy difícil conseguir venderle tus servicios, ya que sería casi imposible que te compre.

Al final acabarás generando un estado emocional que dificultaría el proceso de venta, y consecuentemente la probabilidad de venta se reduciría. Existen algunas preguntas que podrás hacerte para identificar si tu objetivo es alcanzable:

  • ¿Qué te hace pensar que tus metas son imposibles?
  • ¿Alguien más lo ha conseguido?
  • ¿Qué me impide no lograrlo yo?

 

R de Realista

Aunque que este punto se puede confundir con el anterior, una cosa es que sea alcanzable y otra que sea realista.

En este caso, está relacionado con los recursos que dispones actualmente y de los que vas a necesitar para lograr tu objetivo.

Un ejemplo: “Me gustaría ser astronauta de la NASA, pero si ni cumplo con el requisito de la edad o de la altura, será imposible ser astronauta. Si te pones un objetivo, es importante buscar todas las evidencias que te permitan ver que ese objetivo es realista.

 

T de Tiempo

Se suele decir que la diferencia entre una meta y un sueño es tan solo una fecha. Cualquier objetivo para estar bien formulado deberá tener una fecha, para evitar que se pueda prolongar por un tiempo indefinido.

Y lo que inicialmente era un objetivo acabaría siendo un sueño. Por eso deberás preguntarte:

¿Para cuándo quiero lograr mis metas?

Deberás tener en cuenta que la formulación de tus objetivos implica que salgas de tu zona de confort.

Para conseguir lograr tus objetivos, es importante que dejes la zona donde te sientes cómoda, y donde sueles repetir ciertas rutinas.

Si quieres lograr resultados distintos, no hagas siempre lo mismo….

Para conseguir tus objetivos planifica las tareas necesarias

Antes de terminar, me gustaría explicarte la diferencia entre un objetivo y un proyecto.

El objetivo te habla del “por qué” debes hacer algo y el proyecto te dice “qué” hacer y “cómo” hacerlo.

En realidad, el objetivo te compromete con un resultado que escapa de tu control. Donde realmente tienes el control es en los proyectos y en las tareas que planeas para conseguir el objetivo.

Si te marcas, por ejemplo, el objetivo de conseguir 3 nuevos clientes el próximo mes, cuando pase este periodo de tiempo sabrás si has conseguido el resultado.

Pero si no planificas los proyectos que puedes realizar y las tareas correspondientes a cada uno de ellos, muy difícilmente aparecerán 3 nuevos clientes en tu vida.

Sé consciente de donde estás y ve a por lo que quieres. Disfruta del proceso, avanza cada día y ¡diviértete!

Eso sí, no apartes nunca los ojos de la cima.

Esta sociedad te necesita al 100%.

¿Me cuentas en los comentarios qué objetivos te has marcado para este año?

Sobre mí, Arménia Barradas

Ayudo a COACHES y otros profesionales del desarrollo personal a dedicarse profesionalmente a su pasión creando para ello un negocio rentable y fiel a su esencia

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