Recuperar la confianza tras un fracaso emprendiendo puede ser uno de los mayores retos a los que te enfrentes en mucho tiempo. 

Y es que a veces se nos olvida que además de emprendedores, somos personas, con sus emociones, miedos e inseguridades, y también con sus ideas y convicciones. 

Por eso, reconocer un fracaso y aceptarlo supone un torbellino que puede arrasarlo todo. 

La buena noticia es que puedes recuperarte de una situación así y volver a confiar en ti, en tus capacidades y en la vida. Y en este post quiero darte algunas claves que te ayudarán a ello. 

 

¿Qué hacer ante un fracaso emprendiendo? 

 

Voy a ir directa al grano: lo primero que has de grabarte en la mente es que lo que ha fracasado ha sido tu proyecto, no TÚ. 

Creo que ahí, en esa desvinculación, está la clave que lo sostendrá todo. 

Muchas veces nos identificamos tanto con lo que hemos creado, nos hacemos tan responsables de ello, que terminamos fusionándonos de tal forma que el resto de roles que tenemos en la vida dejan de ser relevantes. 

Y en ese punto, aunque todo vaya bien menos ese proyecto, nos fustigamos porque no ha salido como esperábamos. 

Pero tú y tu proyecto sois independientes. Y si no ha salido bien, recuerda que unas veces se gana, y otras se aprende. 

Cuando ya hayas aceptado esta realidad, la siguiente clave es aprender de lo ocurrido. 

Es decir, sacar conclusiones. Una crisis nos enseña a planear y crear un mejor sistema de previsión. Un moroso a asegurar los cobros. Falta de clientes a testear de una forma más eficiente. Clientes insatisfechos a mejorar el servicio. 

Esta es la forma en la que un emprendedor se convierte en empresario: dejar de huir de las malas decisiones y en lugar de eso, aceptarla, aprender de ella y mejorar para la próxima. 

Así que un buen consejo para esta fase es que te reserves una mañana para reflexionar sobre lo ocurrido. Puedes usar papel y boli, e ir escribiendo lo que vaya pasando por tu cabeza. 

Pregúntate sobre lo que ha podido pasar, y qué hubieras podido mejorar. 

 

OJO: no cometas el error de enquistarte en lo que pudiste hacer y no hiciste, esta no es la idea. Lo interesante de esto es detectar qué ha ocurrido, incluso pequeños detalles, para aprender de ello y no caer en lo mismo en el futuro. 

 

Toca volver a pasar a la acción 

 

Las anteriores recomendaciones son interesantes, sí, pero de nada servirán para recuperar la confianza tras un fracaso emprendiendo si no pasas a la acción. 

La confianza se recupera (y refuerza) haciendo, y en muchos casos la sensación de inseguridad no nos deja ver por dónde empezar. 

Si este es tu caso, lo ideal sería hacerlo con pequeñas acciones. Por ejemplo, escribir en una lista todas tus habilidades hará que tu cerebro vuelva a creer en ti. 

También puede venirte bien socializar. Contar y verbalizar lo que estás pasando con otras personas te ayudará a verlo con perspectiva, relativizar y a recuperarte más rápido. 

Puedes buscar una red de apoyo de emprendedores o aprovechar contactos que ya tengas. 

Transitar el fracaso es una cuestión de actitud, en la que tú decides si quieres mantenerte en el suelo o levantarte. Y para hacerlo, el apoyo de personas que te entiendan mantendrá vivo tu espíritu de superación.

 

Referente a esta red de apoyo, el acompañamiento de un mentor puede ser un elemento importantísimo para volver a confiar en ti. 

Encontrar a una persona que te apoye, que te dé las claves para cargar con tus desafíos y el paso a paso para que puedas rehacerte desde 0 es realmente útil. 

Un mentor es una persona que te ayudará a reducir las probabilidades de fracaso de tu proyecto, y que nos lleve de dónde estamos a dónde queremos estar en el menor tiempo posible y cometiendo los mínimos errores posibles.

Si quieres, yo puedo acompañarte en este proceso. Aquí te dejo la información de contacto para que me puedas escribir. 

 

Una última recomendación para recuperar la confianza tras un fracaso emprendiendo

 

Recuerda que fracaso es sinónimo de aprendizaje siempre que tú quieras que así sea. 

Que emprender a veces es duro, pero que cuando sabemos resolver las dificultades nos ayuda a crecer personal y profesionalmente. 

Pero sobre todo, si hay algo con lo que me gustaría que te quedaras, es que nunca podemos dejar que el fracaso nos detenga. Nadie puede evitar el fracaso, forma parte de la vida (y del mundo empresarial), y siempre tenemos la opción de aprender y mejorar. 

Para terminar, me gustaría despidiendo este artículo con un vídeo muy interesante de Boluda en el que entrevista a Roger Viladrosa y nos comparte su visión sobre el fracaso. 

 

Cuéntame, ¿has tenido que lidiar con algún fracaso emprendiendo o todavía no? 

 

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Sobre mí, Arménia Barradas

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